PAZCOMOCULTURA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

miércoles, 2 de julio de 2008

Piden a la CPI investigar reclutamiento de 14 mil niños para la guerra

La Misión Diplomática Internacional Humanitaria le pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) el establecimiento de un capítulo especial en Colombia para investigar y juzgar a los responsables del reclutamiento de unos 14 mil menores de edad para el conflicto interno que vive el país.

La petición, elevada este martes en La Haya, Holanda, expresa que la justicia colombiana requiere del apoyo internacional para investigar a las cabezas de grupos armados ilegales que a lo largo de los últimos años han forzado a los menores de edad para incorporarlos a sus filas.

El argentino Sergio Tapia, director de la organización en Colombia, dijo que la argumentación de la Misión se fundamenta en los mismos estatutos de la Corte Penal Internacional, vigentes desde el primero de julio de 2002, en los que contempla que el reclutamiento forzado de menores, además de configurar un genocidio, hace parte de los delitos de lesa humanidad y de los crímenes de guerra.

El informe de la Misión a la CPI indica que en Colombia se han vivido y se viven hechos aberrantes contra los niños, como lo dijo en su reporte anual 2008, que adjunta como un precedente testimonial contra el reclutamiento de niños y niñas.

Tapia dijo que si la CPI decide abrir el capítulo Colombia sobre reclutamiento de menores sería el segundo proceso que adelantaría en el mundo, después de la condena a Thomas Lubanga, un miliciano de la República del Congo que “ordenó entrenar niños para matar, los hizo matar y dejó que se murieran”, según sentenció durante la audiencia de acusación el abogado de la fiscalía de la Corte Penal Internacional”.

jueves, 26 de junio de 2008

COLOMBIA ESTÁ TAN MAL GOBERNADA QUE HAY TRABAJADORES A QUIENES NI

El truco trillado de los dirigentes uribistas. La corrupción, el
clientelismo y el desgreño administrativo en el ICBF se enmarcan en la
política de privatización. El caso de las madres comunitarias clama al
cielo. Más eficiente operar con los propios funcionarios que
subcontratar.

Lo primero es lamentar que se le hubiera negado a la bancada del Polo
la posibilidad de terminar hoy el debate que le iniciamos al ministro
de la Protección Social. Entiendo que le huyan con todo celo al caso
Yidis y Teodolindo, pero pienso que se les debiera permitir a quienes
citan un debate concluirlo. Lo mismo que pidió ahora el senador Javier
Cáceres. Y que si no se concluye en el día de la citación, que se les
deje hacerlo después, pues esto es lo que establece el reglamento en
de la Ley 5ª.

Después de oír uno a la señora directora de Bienestar Familiar, no
puede menos de concluir que todos los funcionarios del actual gobierno
son cortados por la misma tijera y se parecen bastante al doctor
Uribe. Si uno les hace una pregunta comprometedora sobre la letra A,
se despachan sobre todas las letras del abecedario, menos sobre la
letra A. Algo muy parecido a lo que vimos ahora con la doctora Elvira
Forero, a quien se le hace un debate relacionado con corrupción, con
clientelismo, con el desgreño administrativo, con la manipulación, y
ella se despacha mostrándonos a los viejitos bailando y hablando del
almuerzo que les dan.

También es estilo de los ministros de este gobierno abrumar al
auditorio dando cifras y cifras y cifras de programas y de las cosas
que hacen. Tampoco es un buen estilo de debate, porque es obvio que si
a uno le dan dos y medio billones de pesos, como es el caso del ICBF,
pues algo acaba haciendo. El colmo sería que con 2,5 billones de pesos
no hiciera uno absolutamente nada. Pero es que tampoco se le pedía a
la directora del ICBF contarnos cómo se gasta 2,5 billones de pesos o
un poco menos, sino que explicara lo del clientelismo y la corrupción,
como lo plantearon el senador Javier Cáceres y la senadora Dayra
Galvis. Y resulta curioso que en el tiempo que tuvo la doctora Elvira
Forero para hablar de todo lo habido y por haber se le olvidó
mencionar que el ICBF tiene más de un billón de pesos en TES, dineros
que por supuesto le hacen falta para atender los programas de la
infancia, de los jóvenes y de los adultos mayores, una plata que está
desde hace muchísimo tiempo donde no debiera estar.

Son muy graves las acusaciones que hacen la doctora Galvis y el
senador Cáceres y yo, personalmente, no me sentí satisfecho con las
explicaciones que dio la señora directora de Bienestar Familiar.
Pienso que se saltó a la torera las denuncias, se hizo la loca, como
se dice coloquialmente, no refutó los gravísimos cargos que le
lanzaron. Pienso, en ese sentido, como supongo que pensarán también
todos los que la oyeron, que sus respuestas fueron por completo
insatisfactorias.

No voy a repetir lo que dijeron los senadores citantes, pero sí a
hacer una reflexión sobre el mal manejo del ICBF, de todos sus
disparates y enredos, enmarcados en la política general de
privatización del Instituto. Se opera mejor, a mi juicio, se gastan
mejor los recursos públicos si las empresas no se privatizan, si no se
subcontratan las labores del Estado con particulares. Creo que es más
eficiente cuando estas operaciones del sector público se hacen con los
propios funcionarios y no subcontratándolo todo.

El caso de las madres comunitarias clama al cielo

Voy a detenerme en algunos aspectos que en este sentido me parecen
interesantes. Lo primero es comentar la situación de las madres
comunitarias, un caso que clama al cielo. Hasta el año pasado, con un
sueldo que apenas alcanzaba la mitad del salario mínimo legal, las
madres comunitarias cumplían una faena durísima educando niños,
aseándolos, lavando platos, haciéndoles la comida, uno de los trabajos
más duros que pueda haber –se imagina, doctora Elvira Forero, si a
usted le tocará realizar durante una semana entera un trabajo de esos,
seguramente coincidiría conmigo–, y con un sueldo, repito, que no
llegaba ni a la mitad del mínimo legal. Colombia es definitivamente un
país muy mal gobernado cuando a trabajadores que hacen esfuerzos tan
grandes ni siquiera les pagan el mínimo de ley y además les escamotean
el derecho a la salud en el régimen contributivo con cobertura
familiar y les birlan el derecho de pago de incapacidades, el pago de
pensión, las afiliaciones a las ARP, la afiliación a una Caja de
Compensación Familiar, el derecho al descanso remunerado y vacaciones,
el derecho a cesantías y demás prestaciones sociales y el derecho a la
estabilidad laboral. Las madres comunitarias están casi peor que los
siervos del medioevo y esa debiera ser, doctora Forero, una de las
principales preocupaciones del Bienestar Familiar, porque uno no puede
proclamar ante la prensa el amor al prójimo y a los ancianos y a los
niños y maltratar así a unas señoras que hacen faenas tan ingratas.

Empezando el presente año se aprobó la Ley 1187, que ordenó subirles
el pago a estas señoras al 70% del salario mínimo, aunque manteniendo
las pésimas condiciones de contratación. Pues resulta que el
presidente Uribe, que también quiere tanto al prójimo, no vaciló en
objetar la ley. Afortunadamente, la objeción no pasó y el incremento
se dio. Y sorpréndanse ustedes, colombianos, de la forma como se
legisla y se ejecuta la ley. Según informaciones que tengo, en este
momento apenas se les ha incrementado el sueldo a 6.777 madres
comunitarias, de un total de setenta mil. Uno ya no sabe si hecha la
ley hecha la trampa, o si primero se hace la trampa y después la ley,
pero el hecho cierto es que no les están pagando a estas compatriotas
lo que ordenó la ley. ¿Cómo puede funcionar bien así cualquier Estado?

Más eficiente operar con los propios funcionarios que subcontratar

Quién ejecuta los recursos del Bienestar Familiar es la otra gran
discusión. En la política que el Polo Democrático defiende, esos
recursos los debieran ejecutar fundamentalmente quienes trabajan en el
ICBF, los empleados y las empleadas de la institución. Estamos
hablando de los restaurantes escolares, los programas de adultos
mayores, los desayunos infantiles y toda una serie de funciones. La
visión de la privatización, que es la misma del FMI, es que todo se
debe subcontratar con terceros. Aparece aquí un debate bien
interesante. Cuando el ICBF tenía más conocimientos de detalle y
mejores recursos técnicos y había menos politiquería y menos
clientelismo de por medio, las cosas funcionaban mejor. Pero me
informan que en esta administración se ha hecho la regresión de volver
a que el Bienestar ponga la plata y a que sean alcaldes y gobernadores
los que ejecuten, en procesos bien discutibles desde el punto de vista
de la eficiencia, de la politiquería y de la moralidad administrativa.
Miremos más en detalle cómo es el asunto. Hoy el ICBF subcontrata con
terceros actividades como las que explicó aquí la doctora Forero. Y se
habla de que hay 23.300 contratos firmados por el Instituto. Esto solo
de por sí ya es una locura. Quisiera saber cómo se hace de manera
eficiente una subcontratación de ese tamaño, cómo se controla, cómo se
analiza, cómo se estudia. No logro realmente entenderlo desde el punto
de vista de la eficiencia administrativa.

Miremos algunas de las lacras del sector público colombiano. Son tres
básicamente: politiquería, ineficiencia y corrupción. Y miremos cómo
resultan las cosas en la lógica de la privatización, si mejores o
peores. Politiquería: obvio que quienes aparecen como empleados de las
firmas intermediarias resultan convertidos en algo así como en
súbditos sin ninguna capacidad de independencia política. Luego tienen
que votar por quien les haga el contrato, inexorable que sea así.
Ahora, es mucho menos posible la politiquería allí donde hay
estabilidad laboral, donde hay organizaciones sindicales, donde hay
respeto al trabajador, donde se pueden hacer reclamos. Por este lado
de la politiquería, la tercerización de las faenas del Estado resulta
bastante peor de lo que sería en la propuesta que estamos haciendo.

Desde el punto de vista de la eficiencia, pienso que son mucho mejores
las empresas del Estado que funcionan sobre la base de trabajos
especializados y con trayectorias largas, que han realizado un know
how, donde hay un espíritu creativo y todo lo que tiene que ver con
empresas seriamente construidas y no estas contrataciones que hoy
están y mañana no y donde hoy entra el uno y mañana sale el otro.
Estoy convencido de que es mucho más eficiente el otro mecanismo.

Y ni se diga lo de la corrupción. Porque aquí lo que aparecen, en no
en pocos casos, son una serie de aventureros que hoy están y mañana no
están, y que no dan la cara ni aparecen. El Instituto de Bienestar
Familiar está hoy funcionando con una lógica bastante desafortunada,
que de manera natural conduce a los hechos tan graves de desdeño,
manipulación, corrupción y politiquería, que han señalado los
senadores citantes.

fuente: http://www.moir.org.co

domingo, 22 de junio de 2008

Una canción durante toda la vida.

Existe una tribu del África Oriental en la que el arte de la verdadera intimidad se fomenta incluso antes de nacer. En esta tribu la fecha del nacimiento de un niño no se cuenta a partir de la fecha de su nacimiento físico, ni si quiera del día de la concepción, como en otras culturas populares. Para esta tribu, la fecha de nacimiento se sitúa en el primer momento en que el hijo es un pensamiento en la mente de su madre. Consciente de su intención de concebir un hijo con un padre concreto, la madre se va sola a sentarse bajo un árbol.Allí se sienta y escucha, hasta que puede oír la canción del hijo que espera concebir. Una vez oída, vuelve a su aldea y se la enseña al padre, para que la puedan cantar juntos mientras hacen elamor, invitando a que se les una el niño. Tras ser concebido el hijo, se la canta al bebé en el seno materno. Luego, se la enseña a las ancianas y comadronas de la aldea, para que a lo largo del parto, y en el momento milagroso del nacimiento mismo, el niño sea recibido con esa canción. Tras el nacimiento, todos los habitantes de la aldea aprenden la canción de su nuevo miembro y se la cantan al niño cuando cae o se hace daño. Se canta en momentos de triunfo o en rituales e iniciaciones. Esta canción forma parte de la ceremonia del matrimonio, cuando el niño crece y al final de su vida, sus seres queridos se reunirán junto al lecho del moribundo para cantarle la canción por última vez.

Fuente: Bebes y especias

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